La importante reflexión sobre el caso Messi y el FC Barcelona

 La importante reflexión sobre el caso Messi y el FC Barcelona 

La situación que ha sucedido entre Messi y el FC Barcelona da para reflexionar mucho. Eso sí, me atrevo a realizar un análisis de lo general, porque de lo particular casi nadie sabe, es muy difícil saber. 

Esta situación se coloca como metáfora y caso de estudio a la vez, para comprender máximas del comportamiento humano y las organizaciones: 

  • La coprofilia como comportamiento normalizado para la (des) información.
    • Se retrata en este caso el daño que producen el embrollo y el chisme en el manejo de la información. En su mayoría, los medios de comunicación han encontrado en la coprofilia (tal como valiente y profundamente lo señalara el Papa Francisco en una entrevista), su principal recurso para persuadir a la gente. 
    • Coprofilia, el amor por la cosa sucia, que el mismo Papa menciona como pecado junto a la desinformación, la difamación y la calumnia, que de todos modos son formas “románticas” de expresar ese amor. Al final, no solo no se sabe cuál es la verdad, sino que también provoca muchas heridas y cobra muchas vidas en el proceso. Con el manejo de la información debe haber un ejercicio responsable por parte de todos y todas. 
  • Las personas no renuncian a las empresas, renuncian a malos jefes (En la familia es igual, los hijos se van o intentan ir de malos padres y madres).
    • Debiera empezar aclarando, que de todos modos si se funciona como jefe, ya se está mal. Las cosas últimamente, y en cualquier ámbito se hacen de manera tan “política”, que se contaminan con perversión, malversación, corrupción y sobre todo deshumanización los intercambios, las decisiones y los resultados. Soy seguidor del FC Barcelona (y por supuesto todo esto me genera cierto dolor). Sigo este club porque en efecto creo que es Más que un club. Creo que la filosofía catalana de estética, pragmatismo y comunidad le atraviesan. No obstante, eso no le hizo inmune a decisiones de una Junta Directiva y otros intereses que “buscando” hacer las cosas de forma política, perdió de vista la filosofía y valores del club como tal. Se rompió el triangulo de la confianza (sinceridad, responsabilidad y credibilidad); no se percibe ni sincera, ni responsable y mucho menos ostenta credibilidad la gestión de las cabezas que lideran este club en los últimos años. Para prueba los resultados. 
  • Nadie es indispensable pero sí insustituible.
    • Si el fondo de esto es que Messi se concibe indispensable y que se debe hacer lo que él dice, definitivamente habría un acto beligerante y berrinchudo de su parte, que remitiría muy baja tolerancia a la frustración, capacidad de liderazgo y gestión de conflictos. 
    • Ahora bien, si se trata de que la organización perdió de vista en un acto perverso utilitario que es sustituible (no se puede perder de vista el antes y después de este jugador para este club, y que básicamente es uno de los mejores jugadores de la historia), podría emular una de esas tantas historias en las que una organización tras haber sacado el máximo provecho de una persona, conciben que su ciclo ha “terminado” y simplemente lo consideran material de desecho, y lo invitan a salir por la puerta de atrás gastado, quemado y con muchas frustraciones sobre su valía como persona. 
    • Y podrían ser las dos anteriores, y significar entonces el fin de lo que tanto gusta ahora llamarse: relación tóxica, que más bien representan ciclos de violencia. 
  • – Los grupos se destruyen de adentro hacia afuera.
    • Si había algo que tenía muy bien definido este club eran la idea de visión compartida, la gestión por valores y la promoción de la cantera, de lo autóctono. Sin embargo, esa definición no resultó sólida, se fue difuminando, no se mantuvo en el tiempo y los resultados de hoy son propios de un club que perdió el alma y abandonó su filosofía. 
  • Lo light y mágico de muchas propuestas hoy en día, y la deshumanización del desarrollo humano.
    • Messi creo es uno de esos casos (de agresión y abuso), que han sido forzados a cumplir expectativas de otros, a ser extensiones umbilicales del deseo y la compulsión de alguien (es) más. Messi era (es) un niño que simplemente quería jugar al fútbol con toda la alegría que le genera. Yo creo que él nunca quiso ser el mejor del mundo (pero venía con esa estrella), o por lo menos, lo que la mercadotecnia pretende sobre esa etiqueta. 
    • Podría reflejar la situación de Messi, toda esta vorágine deshumanizada que hay alrededor de la sobreproducción, el llevar al máximo las capacidades (o por encima de ellas mismas), del sentido de éxito y logro modernos. Da para entender que desgraciadamente no todas las personas queremos (podemos) ser “líderes”, “emprendedores” o “libres” financieramente hablando, y hay una sociedad marcada por pseudocoaches, motivadores y otros mercaderes del comportamiento humano que obligan a la mejora continua, y que no dosifica la preferencia y la libertad de decidir simplemente vivir en paz, haciendo lo que uno le gusta. 

Ahora bien, si nos ponemos a pensar es muy bueno que todo esto pase. Da chance e inspiración para la reinvención; solo que, atención familias, organizaciones de todo tipo, en fin, grupos humanos y personas, no perdamos de vista estas máximas, ya que las mismas con otros nombres de personas y contextos, explican porque estamos transitando un 2020 y una época con las características vigentes. 

Posiblemente lo más importante de esta reflexión debe ser contrariar la malinterpretación del Cogito ergo sum (“Pienso luego existo”); uno Existe y piensa, son una complementariedad sumamente necesaria para vivir y validarse como individuo. 

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